viernes, 20 de junio de 2014

Polvo de estrellas

Tal vez uno de los libros más preciosos que he leído es "La ciudad de la alegría". Allí, uno de los personajes, Hasari Pal vendió sus huesos en vida para casar a su hija de acuerdo a sus costumbres. La condición para la transacción era que se encontrara cerca de la muerte. Cuando esto sucedió, unos encargados del negocio fueron a recoger su cadáver. Al descarnarlo en sus instalaciones, siguieron -con lo que quedaba de Hasari- el extraño negocio de la venta de esqueletos para estudiantes de otros países.
 
 
 
el aprecio de la belleza de los esqueletos
 
 
 
 
En Japón (siempre Japón) está situada una isla llamada Taketomi. El gran atractivo de sus playas es la arena blanca que en realidad no es arena blanca sino minúsculos esqueletos de estrellas de mar.
 
 

 

 
 
 
 
 
la certeza de saberse una estrella
 
 
 
 
Al formarse las supernovas arrojaron al espacio el oxígeno que respiramos, el hierro de nuestra sangre, el calcio de nuestros huesos, el silicio de la arena y todos los átomos de los que estamos hechos que luego se convirtieron en ladrillos de esta estructura fascinante llamada vida. No sé si Eielson sabía esto o lo percibía, pero de alguna forma estaba seguro que al finalizar su estancia en la Tierra debería regresar como polvo de estrellas a la superficie de la Luna. 

 
 
 
 
 
Sé perfectamente que mi casa
 
Es una estrella
 
Que se llama vida
 
Y que esa estrella es la tierra
 
Y que después tendré otra casa
 
En otra estrella
 
Llamada muerte
 
 
 
 
Aunque la NASA no pudo cumplir este deseo, tampoco pienso que los poetas se queden tan tranquilos en los cementerios. Le he contado un poco de esto a mi tío Esteban tratando que la oceanidad de sus conocimientos aporten algo más, entonces le he dicho: "¿Qué sabes sobre el polvo de estrellas?" Y, al parecer, he despertado su lado bestia porque me ha dicho algo que no puedo repetir, pero puedo tratar de graficarlo:




 
 
 
 
 
 
Procuraré tener más cuidado con las colaboraciones
 
 
 
 
 


2 comentarios:

  1. Algunos regresarían como polvo de estrellas, otros como polvo vil.


    ¡Ay laralara! La palabra verificadora me mata, juro que no soy robot, si quieres me pellizco pa' que veas.

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  2. Por ejemplo este blog ha regresado como polvo vil: No soy yo quien censura los anónimos ni pongo acertijos, todavía creo en la humanidad.
    Más tarde voy a ver dónde firmo para que quiten esos absurdos baches. ;)

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