domingo, 27 de julio de 2014



Fue domingo en las claras orejas de mi burro,
de mi burro peruano en el Perú (Perdonen la tristeza)

"Poemas humanos", César Vallejo


Para no dejarnos solos, Georgette Vallejo, aceptó que publicaran "Poemas humanos", el poemario póstumo de su esposo César. Claro que es una versión libre hecha con apuntes que quedaron de él. No es un libro fácil; Vallejo es intimista y cada persona es un universo. Su palabra es lanza y escudo. 

Hoy solamente me acompaña el recuerdo de estos poemas y me siento como Juan Preciado hablando con un pueblo de fantasmas. Mi soledad no es una habitación desvencijada, mis recuerdos son descanso y son defensa, lo que me aturde es el frío. Muchos años atrás, iba a revolcarme en la arcilla y regresaba a la casa de mis abuelos de noche. Entonces no se daban cuenta que llegaba con el pelo oxidado. Llegué un día un poco temprano y me lavaron el cabello con el agua helada de la lluvia 

(el agua se comporta como la gente: si reposa, se enfría)

y por un momento dejé de sentir mis sesos y mi abuelo gritó muy cerca que qué hacían con su nieta. Me dieron de beber algo como una víbora hirviente y salvaje que se apoderó de todas mis vísceras. Alguien dijo: "No puede morir, es domingo de resurrección" y sentí alivio sin entender qué significaba eso. 

Hoy es domingo en todo mi cuerpo y nuevamente tengo el cerebro paralizado y no sé qué hice con la nieta de mi abuelo. El frío reina en mis entrañas, en mis tuétanos y solo quedo yo para el rescate. 

Yo y mi mortaja de recuerdos que me permitirán la resurrección.




2 comentarios:

  1. Los domingos se prohibe morir a cualquiera.

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  2. Estaba leyendo que dormir es como morir por ratitos. Quiero coleccionar partidas de defunción.
    @_@

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