Ayer se me acercó el hombre que tiene fama de soberbio y una oficina al fondo del pasillo. Solo lo conozco por su gesto adusto cuando coincidimos en el ascensor. Pronunció mi nombre y creo que me invitó a dar una vuelta. La verdad es que no pude escucharlo porque susurraba. Luego lo vi acompañando a Nora por la calle y Julio dijo: "Quién lo viera y quién lo ve". Por la noche leí esto y me quedé dormida pensando en todos los Sebastianes del mundo.
"Las noches se le hacen eternas, llenas de pesadillas grotescas e infantiles. Por primera vez en su vida vigila el pasillo por la mirilla, salta con cualquier ruido, escucha crujir la madera, se sofoca y se repite en silencio palabras tranquilizadoras. Y eso que presumió de no tenerle miedo a nada, y es cierto que en esos días no lo tenía, pero ahora se derrumba con el rumor de los insectos, y con solo imaginar una enfermedad, ya enferma el pobrecito. De cuando en cuando se da unos ánimos que avergonzarían a cualquier personas cabal, pero los necesita. Está tratando de tenerse cariño de nuevo, como quien intenta ganarse la simpatía de un perro."
"Las noches se le hacen eternas, llenas de pesadillas grotescas e infantiles. Por primera vez en su vida vigila el pasillo por la mirilla, salta con cualquier ruido, escucha crujir la madera, se sofoca y se repite en silencio palabras tranquilizadoras. Y eso que presumió de no tenerle miedo a nada, y es cierto que en esos días no lo tenía, pero ahora se derrumba con el rumor de los insectos, y con solo imaginar una enfermedad, ya enferma el pobrecito. De cuando en cuando se da unos ánimos que avergonzarían a cualquier personas cabal, pero los necesita. Está tratando de tenerse cariño de nuevo, como quien intenta ganarse la simpatía de un perro."
"Ya sólo habla de amor", Ray Loriga
Me gusta leerte niña Dominga, eres muy sabia. Una niña sabia.
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